Además de los argumentos del PP y de CIU conocidos por todo el mundo en contra del libre acceso de las mujeres a este método anticonceptivo -simpre relacionados con su doble moral y con su incapacidad para comprender que las mujeres tienen el derecho a decidir sobre sus cuerpos- ha sido verdaderamente lamentable que se haya argumentado EN EL SENADO que la decisión de facilitar el acceso a la píldora postcoital en las farmacias no ha de ser política sino técnica.
Pues bien, el PP y CIU, que hoy han perdido la votación frente a la firme posición del Grupo Socialista, de los Nacionalistas Vascos y de la mayor parte del Grupo Mixto, deberían entender una serie de cuestiones a este respecto:
- Que con la dispensación de la píldora postcoital en farmacias se garantiza la equidad territorial en el acceso a este anticoncpetivo, hoy inaccesible para muchas mujeres españolas en función de su lugar de residencia
- Que el Gobierno en el marco de sus actuaciones en materia de salud sexual y reproductiva y de planificación familiar elaborará con las sociedades científicas y organizaciones profesionales de ámbito médico, farmaceútico y de la enfermería un protocolo dirigido a las potenciales usuarias de este método, en el que se determinará la información que se ha de ofrecer a las mujeres en oficinas de farmacia, centros de salud o cualesquiera otros servicios sanitarios
- Que la accesibilidad de esta píldora en todo el territorio español no obliga a su uso, como tampoco el divorcio, el aborto, el matrimonio del mismo sexo, etc
- QUE SOBRE LOS DERECHOS Y PRESTACIONES TIENE QUE LEGISLAR EL PARLAMENTO -ESA ES SU FUNCIÓN- y que esconderse tras justificaciones "técnicas" para no profundizar en la equidad pone en evidencia el sentido que la derecha da a la política.
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